Tanto para los lechones como para la cerda, el aumento del tamaño de la camada y el parto prolongado se presentan como un desafío inmunológico. Con partos prolongados, el último 20 %–30 % de los fetos que nacen parece no tener acceso a calostro de alta calidad, ya que su calidad (es decir, inmunoglobulina G [IgG]) disminuye rápidamente después del inicio del parto.
También tienen menos tiempo para amamantar el calostro debido a una menor oportunidad de ingerir calostro, una mayor competencia por los pezones y un peso reducido al nacer. Asimismo tienen menos tiempo para amamantar el calostro debido a una menor oportunidad de ingerir calostro, una mayor competencia por los pezones y un peso reducido al nacer.
Estos factores pueden dar como resultado una inmunidad reducida y la aparición de enfermedades durante la fase de crecimiento de los lechones/cerdos de engorde.
Ingesta de calostro.
El comportamiento de la primera lactancia de los lechones es el factor más importante para la ingesta de calostro, que es crucial para su supervivencia y crecimiento. Los estudios han demostrado que el tiempo promedio del primer amamantamiento osciló entre 27 y 62 min y el intervalo desde el contacto de la teta hasta el primer amamantamiento promedió 9 min.
La composición del calostro cambia casi cada hora. Theil et al. mostraron que durante las primeras 24 h después del nacimiento:
- el contenido de lactosa aumentó de 3,5% a 4,4%,
- el contenido de grasa aumentó de 5,1 a 6,9% y,
- el contenido de energía aumentó de 260 a 346 kJ/100
Por tanto debemos de poner atención a los partos hiperprolíficos. No todo es color de rosa, se debe de tener cuidados que deberiamos de hacer siempre y que nunca lo hacemos, pero la cerda de hoy en día nos obliga a retomar el manejo adecuado de los lechones.

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